Hoy pintaré las calles de negro nuevamente
A nuestro alcalde se le acaba el tiempo, posiblemente crea que solo se trate de un segundo episodio, y que la tierra que lo acogió podría darle otra oportunidad para seguir de burgomaestre, por esta razón, Betito Torres se ha puesto a trabajar a fin de repetir el plato.
La fertilidad de ideas que le es innata lo llevó a pensar, como siempre, que trabajar a último momento le bridaría réditos a la hora de los comicios, un rayo de luz le vino a la mente e imagino que una obra pictórica monocroma sería la alternativa.
Recordó que las quejas de sus simpatizantes del volante deberían ser atendidas, así como los reclamos de miles de transeúntes que respiran polvo con heces todos los días, entonces, hizo un anunció para acallar las protestas: “mejoraré el ornato de la ciudad agregando emulsión asfáltica en las principales arterias de la ciudad”, que a decir de su amigo del alma Ranjiro Nakano: “equivale a pintar las calles de negro”.
De pronto Betito se hizo artista por encargo, desplegó su pintura negra por todas las pistas del cercado de Chiclayo, un acto de surrealismo sin precedentes en la historia universal dela gestión edil, vemos desplegar su emulsión asfáltica provocando grandes atolladeros vehiculares.
Pero a Betito no le importa, lo que quiere es ganar simpatías haciéndole creer a la gente que trabaja por Chiclayo, que aún tiene materia gris para manipular a los más necesitados, recurrir a los oportunistas, aliarse a los más corruptos y convencer a su portátil.
Por ahora contemplemos su efímera obra y démosle un aplauso por apoyar el arte y la cultura, ¡tenías cualidades artísticas Betito que grata sorpresa!
Luis AntonioHeredia Gonzáles
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